Fernando Sánchez comenta sus vivencias como colaborador y amigo
cercano del Padre José María
SOCIEDAD VENEZOLANA DE INGENIEROS DE PETRÓLEO
SVIP
Nota tomada de: Fe y Alegria. Evento: Junta Directiva de Fe y Alegría período 2012-2016

El Dr. Fernando Sánchez a través de unas emotivas palabras nos hizo llegar sus vivencias como colaborador y
amigo cercano del Padre José María:

Querido Padre Aristorena:

"Al leer tu mensaje lo primero que viene a mi mente es agradecer a Dios Nuestro Padre y a la Compañía de Jesús
haberme permitido participar desde época muy temprana en una obra tan bonita, tan llena de cariño por los más
necesitados en el que es proyecto de integración latinoamericana más importante.

Conocí al Padre Vélaz en 1950 cuando ocurrió el accidente aéreo donde murieron 27 muchachos en Monte Carmelo
cerca de Valera. Yo era un niño y el Padre Vélaz era el Rector del Colegio San José de Mérida. Yo diría que desde
ese momento me unió a Vélaz una entrañable amistad que duró hasta su muerte el 18 de julio de 1985. Estuve con
él en la fundación del San Ignacio del Masparro. La primera vez que fui con él fue un paseo inolvidable. De Caracas
a Dolores fuimos escuchando música y conversando. Por fin llegamos a Dolores con un tremendo aguacero. El cielo
había disparado sus cañones de agua decía el Padre Vélaz. El fin de semana anterior a su muerte creo que eran el
13 y el 14 de julio llegó la Madre Monte desde Mérida acompañada de sies jóvenes que venían a ayudar en la
construcción. Vélaz se veía alegre, sin embargo la Madre Monte me dijo que lo veía muy pensativo. La Madre Monte
rgeresó a Mérida y fuimos con los jóvenes para explicarles la tarea que realizarían al día siguiente. En la
conversación de la noche me dijo que se iba. Le pregunté para dónde. Él señaló con la mano hacia el cielo. El Señor
me llama y donde manda capitán no manda marinero, me dijo. Yo no le creí. Desayunamos muy temprano, regresé a
Caracas y pocos días después me llamó Gimenón para informarme que José María estaba muy delicado de salud y
que lo habían llevado a Mérida. Se fue al encuentro del Señor el 18 de julio.

En Maracaibo por solicitud del Padre Pascasio Arriortúa ingresé al equipo para la fundación de Fe y Alegría.
Fundación que llevamos a cabo en el barrio El Manzanillo al lado del barrio Sierra Maestra. Era el año 1958. Ese
momento lo tengo grabado en mi mente porque provocó una gran conmoción en el grupo y en la ciudad, ya que una
de las religiosas resultó herida en la cabeza cuando fuimos atacados por una turba de comunistas. Al poco tiempo
ingresé en la Junta Directiva de Fe y Alegría en el Zulia cuando era presidente el Dr. José Enrique Arreaza, quien
fuera nuestro padrino de graduación de bachiller en el Gonzaga. Cuántas personas se volcaron a ayudar a Fe y
Alegría. Recuerdo a la Hna. Julia del Colegio El Pilar, la Hna. Efrén, la Sra. Antonia Inciarte en la Costa Bolívar, Sor
Ciclón en Sta. Rita de Cumarebo, Pechín y tantos otros. El Padre Arriortúa pasó después al Jesús Obrero. Vélaz
entusiasmaba a la gente. Invitaba todos los días a comunidades de religiosas a sumarse al gran movimiento de la
educación.

Posteriormente con los movimientos de la industria petrolera conocí a Fe y Alegría y a su gente en los campos
petroleros de Falcón, Anzoátegui, Monagas, Carabobo, Apure y Barinas y me encariñé más con la obra. En Barinas
mi hijo Fernando y mi hija María estudiaron dos años en Madre Inmaculada de Fe y Alegría. Finalmente fui
transferido a Caracas en 1982 para ocupar la Gerencia General de Producción de Corpoven y al poco tiempo me
incorporé a la junta invitado por el Padre Luis Giménez Lombar a quien conocí en Maracaibo en 1970 y a quien me
unen estrechos lazos de amistad. Recuerdo con cariño al Padre José Manuel Vélaz, al Gral. Rafael Alfonzo Ravard, a
Morella Lepervanche, a Pedro Pablo Azpúrua, a Andrés Sucre, a Carlucho y a otros miembros de la Junta. El Gral.
Alfonzo estaba dejando la presidencia de PDVSA después de siete años, pues había sido designado en esa  
posición en el momento de la nacionalización.

Creo en el ejercicio del proceso de renovación de los cuadros directivos es muy positivo en la vida de una
organización. Esto rejuvenece, vivifica y fortalece a Fe y Alegría en estos tiempos en que las instituciones están
siendo penetradas por el facilismo, la incompetencia y el cultivo de antivalores. necesitamos fortalecer las
instituciones del país.

Deseo agradecerte a ti y a todos mis compañeros de Junta su amistad y el aprecio que me han demostrado siempre.
Para Mirenchu, a quien tengo muchas cosas que agradecer, a Poncho, Carlucho, Arnoldo, Germán, Gustavo, Elías,
Francisco, Oscar y Roca les envío un muy fuerte abrazo virtual, también vaya mi agradecimiento para todas las
personas que forman parte de Fe y Alegría. A su personal directivo, a sus maestros, a las religiosas que han sido la
columna vertebral de la institución, al IRFA, a los IUJO, a las Escuelas Granja, a los voluntarios y todos los niños que
hoy llevan el corazón de Fe y Alegría en su pecho.

Creo que Fe y Alegría es hoy una de las obras de mayor trascendencia de la Compañía de Jesús. Pronto celebrará
su 60 aniversario  gracias a DIOS. Fe y Alegría nos permite soñar en un mundo distinto producto de una educación
basada en los valores cristianos.

Finalmente, Padre Aristorena, con mucho gusto continuaré participando como consejero de la Junta en la medida de
mis posibilidades. Perdóname que me haya extendido, pero son muchos los recuerdos que me ha traído tu mensaje.
Pido a la vez disculpas por algún olvido de personas o confusión de fechas"

Ruego al Señor que bendiga a Fe y Alegría y que bendiga a Venezuela.

Atte,
Fernando Sánchez